Desde el miércoles 18 hasta el domingo 22 de enero, se ha celebrado en Madrid la que pasa por ser una de las mejores ferias de turismo del mundo, Fitur. La edición de 2012 no ha sido ajena a la crisis y se ha notado en el número y dimensiones de los stands.

Pero lo que el Gobierno de Castilla La Mancha tiene claro es que en Fitur hay que estar, porque es un escaparate al mundo de la riqueza y variedad de nuestro turismo. Además, no hay que olvidar que el turismo representa una gran fuente de ingresos para nuestra región por lo que no se puede dejar de impulsar este sector. Por eso, porque había que estar, el Gobierno de Castilla La Mancha ha decidido asistir aunque para ello haya tenido que reducir en lo posible el tamaño del stand, con el fin de aminorar el gasto. Los costes que suponían la participación en Fitur en ediciones anteriores superaban ampliamente el millón de euros, una cantidad inasumible en estos momentos; por no hablar de que además cuando este Gobierno toma posesión, dichos gastos estaban sin abonar en su mayoría, como venía siendo la práctica habitual en el anterior gobierno socialista.

El Gobierno de Castilla-La Mancha participa en la edición Fitur 2012 con un stand de 520 m2, que supone que el gasto en suelo se reduzca de casi 400.000 euros a alrededor de 75.000 euros. En esa línea de reducción y contención, se pasará igualmente de un gasto de alrededor de 800.000 euros a 275.000 euros en el diseño y ejecución del stand y edición de material promocional, con lo que en total, el Gobierno invertirá 350.000 euros en la presente edición de Fitur.

Y digo que había que estar, porque en momentos de incertidumbre económica hay que seguir apostando por todas aquéllas iniciativas que creen empleo y riqueza. No hay que olvidar que el turismo representa un 11% del Producto Interior Bruto de nuestra región. Muchas familias viven directa o indirectamente del turismo en Castilla La Mancha por no hablar de que precisamente en época de crisis muchos visitantes del resto de España que antes preferían otros destinos más lejanos, ahora vuelven sus ojos a Castilla La Mancha para un turismo rural, enológico, cinegético o cultural de calidad.

Por eso no se entienden decisiones como la de la Diputación Provincial de Ciudad Real, única Diputación que no ha querido estar presente en el stand de Castilla La Mancha, rompiendo así una tradición de muchos años y desistiendo por ello de tener un papel activo en el desarrollo turístico de la provincia. Olvidan que actuaciones así no perjudican a tal o cual institución o tal o cual partido político, sino que su decisión perjudica a nuestra provincia y a todos aquéllos que basan su actividad en el turismo. En contraste los ayuntamientos de la provincia encabezados por el de la capital con su alcaldesa al frente, estuvieron, como siempre, ocupando su espacio en el stand de la Junta dando a conocer sus recursos turísticos ante la desidia de la institución provincial. Algo parecido ha ocurrido con la ciudad de Toledo, Patrimonio de la Humanidad, dónde su alcalde ha preferido dedicarse a los líos internos de su partido antes que a promocionar su ciudad ante el mundo. Esas actitudes dicen muy poco de esos dos representantes políticos y a buen seguro los ciudadanos tomarán nota.

Miguel A. Rodríguez
Senador y Vicesecretario Territorial del PP de Castilla La Mancha

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