En Castilla-La Mancha fruto de las condiciones climatológicas veraniegas y de la propia configuración del territorio, los incendios están a la orden del día. Se producían antes, ahora y por desgracia se seguirán produciendo en el futuro. Sucede que a veces los incendios no son por causas fortuitas, sino que se producen por la acción del hombre. Por descuido, por negligencia o directamente por afición o por cualquier otro motivo criminal y espurio. Aparece entonces la figura del pirómano.

A día de hoy el PSOE de Castilla-La Mancha se está comportando en este tema de una forma que coincide con la patología básica del pirómano. Coinciden en ese interés por el fuego que ha hecho que desde que avistaron la primera columna de humo no hayan hablado de otra cosa y hayan basado toda su oposición al partido del gobierno en criticar las medidas tomadas o las que se han dejado de tomar, según ellos, para la lucha eficaz contra el fuego. En este tema como en otros el principal partido de la oposición, el PSOE, vuelve a demostrar una capacidad para olvidar sus propias acciones que raya en la amnesia. Desde que el fuego abrasa a España el PSOE ha hecho lo que mejor sabe. En vez de ayudar ha criticado. En vez de tranquilizar a la población se ha dedicado a sembrar dudas, miedos y desconfianzas. En una actitud consustancial a las izquierdas se ha dedicado, también en este tema, a dividir a los españoles.

Escuchar al alumno aventajado de Bono y alcalde de Toledo, criticar los esfuerzos que se están haciendo en nuestra región en la lucha contra el fuego causa vergüenza ajena. Escuchando al personaje me gustaría que explicara cómo gestionaban los incendios los ejecutivos socialistas de los que él formó parte destacada. Ya que tanto les gusta tirar de memoria, ¿le tendremos que recordar la gestión al estilo “Guadalajara”?. En ese pavoroso incendio en el que once personas se dejaron la vida, la descoordinación, la falta de medios y la despreocupación de los entonces gestores políticos encargados de dar una solución, fue palpable. Desde luego ese no es nuestro modelo de gestión y los incendios producidos hasta ahora en nuestra región han demostrado la capacidad de respuesta del gobierno regional, con la presidenta a la cabeza, y la gran coordinación existente entre todos los agentes implicados. Gracias al personal de extinción de incendios de Castilla-La Mancha, a la Guardia Civil, a Protección Civil y al Ejército, podemos hablar de un balance altamente positivo en la lucha contra el fuego. Lo que hace falta es que no haya pirómanos, ni de los que encienden la mecha ni de los que ponen zancadillas por detrás y que las penas para estos delitos sean incluso más duras que las actuales. Por otro lado son gravísimas las acusaciones de la consejera de Agricultura en relación a la falta de ayuda prestada por el presidente de la Diputación de Ciudad Real en el incendio de Cabañeros. Si se demuestra que el servicio 112 pidió ayuda a la Diputación y ésta se negó a prestarlo, el presidente de la Diputación tiene que dimitir. En lugar de ayudar prefirió quedarse como Nerón cuando ardía Roma, contemplando el incendio y tocando la lira.

 

 

 

Share:
Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.