Aunque hoy se han hecho públicas las listas del Partido Popular para las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo, desde el pasado viernes yo sabía que mi nombre no formaría parte de la candidatura. Fue mediante una lacónica llamada de la secretaria general del PP regional como conocí, sin más explicaciones, que yo no iba a estar en dicha candidatura. Nada que objetar, los puestos no nos pertenecen, y si bien la dirección regional no me ha ofrecido nada, yo tampoco lo he pedido.

Sí me duelen las formas y la actitud que la dirección regional de mi partido me ha brindado durante esta legislatura. Una actitud hacia mi persona, o más bien contra mi persona, que no ha impedido que haya desarrollado mi trabajo en las Cortes hasta el último día con la diligencia debida y con lealtad a un proyecto en el que creía. Nunca he sido un verso suelto, siempre he asumido las decisiones de la dirección y las he defendido, me hayan gustado más o menos y así seguirá siendo. Mi actividad política y parlamentaria ahí queda, se puede comprobar. Me voy de la primera línea con la dignidad intacta, con la cabeza alta y con la tranquilidad de saber que siempre he estado donde el partido me ha requerido, sin pensar en mi propio interés o en el de mi familia, sino pensando en el interés general e intentando hacerlo siempre lo mejor posible. Sin duda habré cometido fallos, porque errar es de humanos, y pido disculpas por ellos. Reivindico el valor de la política para cambiar las cosas y le deseo a los compañeros que continúan en la brega suerte y aciertos.

De la política me llevo grandes amigos, grandes satisfacciones y también grandes decepciones. Si alguien se ha quedado por el camino tened por seguro que ha sido por su voluntad, no por la mía. En mi ánimo ha estado siempre tender puentes y cerrar heridas internas, lamento que no en todos los casos haya sido así y que otros se hayan aplicado con efectividad a “eliminar” al que mantenía otras opiniones o aspiraciones internas legítimas.  Así lo siento y así lo digo. Como adulto asumo las consecuencias de mis actos y espero de los demás lo mismo. También sería deseable algo más de madurez, algo de autocrítica llegado el caso y sobre todo algo más de verdadero liderazgo, que a veces cuando se tiene puede pasar desapercibido, pero que siempre es atronador en el que carece de él.

Esto no es un punto final a mi vida política, pero sí que es un punto y aparte evidente. Por eso, hace ya algunos días, antes de que me comunicaran mi exclusión de las listas, pedí el reingreso en la entidad bancaria en la que me encontraba en situación de excedencia. Afronto la situación con ilusión y con ganas de crecer profesionalmente. Son cambios que generan cierta incertidumbre, pero que tengo ganas de acometer y de dar el 200% como siempre hago. Seguro que nos seguimos viendo en los mismos sitios, porque presumo de asegurar que a mí la política no me ha cambiado. Soy el mismo con mis cosas buenas y con mis cosas regulares. Las páginas de mi historia siguen escribiéndose y no sé cómo terminará, lo que sí sé es que en esas páginas nunca leerás que me di por vencido. Muchas gracias a todos los que siempre habéis confiado en mí, espero no haberos defraudado.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.