La criminal sucesión de atentados atribuidos al terrorismo yihadista hacen que se susciten encendidas polémicas que tienden a enfrentar el binomio seguridad-libertad, formado por dos conceptos de los que nadie discute su íntima conexión. Las polémicas han girado alrededor de si la una puede ser sin la otra, o si una es más importante que otra, básicamente. Así, mientras algunos se entretienen en juegos florales o en discusiones sobre si son galgos o podencos otros, los malos, se organizan para matarnos. En la reciente celebración de la Pascua Militar, ni el Rey ni la ministra de Defensa  se entretuvieron en esos juegos florales, y dijeron lo que tenían que decir. Felipe VI situó ayer la amenaza del terrorismo «en el centro de las preocupaciones de seguridad de los españoles y de nuestros socios y aliados». «Por ello, no debemos escatimar esfuerzos por aumentar nuestra capacidad de prevención y de respuesta ante esta lacra que pone en peligro nuestra sociedad, desprecia nuestros valores democráticos y es un enemigo de la Humanidad». Necesitamos unas Fuerzas Armadas dotadas de medios y de personal.  Es necesario continuar con el proceso de modernización del Ejército con el fin de mejorar su operatividad y capacidad de respuesta para ir por delante de los «desafíos cambiantes e imprevisibles» y avanzar hacia «un mundo más seguro», en palabras del propio Felipe VI. En esa misma línea, la ministra de Defensa, María Dolores Cospedal, adelantó que propondrá a los partidos políticos el desarrollo de «una ley de sostenibilidad de las Fuerzas Armadas, que esté por encima de posicionamientos políticos e ideologías».

Yo espero que haya altura de miras por parte de los partidos de la oposición. Está claro que ha llegado el momento de hacer un mayor esfuerzo económico. Aquello tan viejo de “si vis pacem para bellum” (Si quieres la paz, prepárate para la guerra), está más vigente que nunca. Las guerras ya no son como las de antes, con un ejército en una trinchera y el otro ejército enfrente. Ahora los conflictos son lo que se ha venido en llamar “asimétricos”, con múltiples caras y escenarios, y si no entendemos la lucha contra el terrorismo yihadista como una guerra estamos perdidos. Una guerra en nuestro territorio que requiere que se dediquen los recursos necesarios para ganarla. Los que se empeñan en ver al Ejército desde sus prejuicios ideológicos se equivocan. Me consta que la nueva ministra está muy preocupada por extender la cultura de seguridad y defensa entre todos los españoles, porque todos debemos sentirnos partícipes de esas políticas que buscan la seguridad de nuestras familias. Los niños deben familiarizarse con las Fuerzas Armadas y no verlas como algo lejano y peligroso. Por eso, apoyo la petición del Inspector General del Ejército, Teniente General Álvarez-Espejo, que reclamó que las Fuerzas Armadas vuelvan a estar presentes en el Salón de la Infancia que se celebra en Barcelona. Un salón del que han sido vetadas en la edición de este año junto a otros cuerpos como la Guardia Civil o la Policía Nacional. La presencia de los militares en ese festival pretende acercar a los jóvenes a «aquellas instituciones que están al servicio de la sociedad, así como de la defensa de la libertad y seguridad de los ciudadanos». A ningún español de bien le puede sentar mal que los niños y jóvenes conozcan más de cerca a nuestras Fuerzas Armadas. Es más, ese conocimiento debería ser imprescindible.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.