Algunas veces los políticos tienen unas ideas que son dignas de salir en alguna recopilación de ideas absurdas o antología del disparate. El medio ambiente es muy dado a este tipo de ideas absurdas. Así por ejemplo en abril de este año Corrado Clini, ministro de Medio Ambiente italiano, hizo una recomendación bastante peculiar para ahorrar agua: no cambiarse la ropa interior todos los días. «Hay que desnudarse y colgar la ropa para que le dé el aire. Así, no siempre será necesario meterla en la lavadora», aseguró el pintoresco ministro. Clini se defendió argumentando que para cada lavadora se utilizan al menos 25 litros de agua, lo que considera «un derroche increíble».Otra colega suya, holandesa esta vez, también quiso poner su grano de arena a la hora de ahorrar agua. Así, Bert Wassink, concejal de medio ambiente del municipio de Drenthe (Holanda), presentó el plan con el que su consistorio trata de incrementar la sostenibilidad y el ahorro de agua: “Orinar mientras te duchas ahorra mucha agua limpia al año y el medio ambiente lo agradece”, explicó durante su comparecencia. También tenemos ejemplos patrios como cuando al ministro Sebastián se le “encendió” la bombilla y gastó varios millones de euros del presupuesto en comprar alrededor de 49 millones de bombillas de bajo consumo para repartir gratis. Una por hogar. Decía que se iba a consumir menos energía y además se iba a fomentar la industria española. Pero resultó que ni las bombillas eran españolas, ni el cacareado reparto cuajó porque la gente no acudió a las oficinas de correos a por “su” bombilla. Una brillante idea, sin duda.
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