Los sindicatos de clase vuelven a la carga y han anunciado una nueva huelga general para el próximo 14 de noviembre. Se trata de la primera vez en la historia que habrá dos huelgas generales en el mismo año y contra un gobierno que no lleva ni un año de mandato. No hace falta señalar lo pernicioso que es para la imagen, la credibilidad y la economía de un país un acontecimiento de estas características. Igual de pernicioso, al menos, que los irresponsables sindicatos de clase que a la hora de conservar sus privilegios no dudan en desestabilizar a España en una conducta desleal hacia el país y hacia los ciudadanos. Una huelga, otra más, que es un recurso decimonónico y obsoleto que no plantea ninguna solución a problemas del s. XXI en buena medida generados por esos propios sindicatos que, lejos de defender al trabajador, sólo defienden sus propias prebendas.
Estos días de atrás hemos asistido a una convocatoria de huelga en la enseñanza protagonizada por el “Sindicato de Estudiantes”, que también tienen sindicato no se vayan a creer. La organización, que se califica a sí misma como «de izquierdas, revolucionaria y antifascista” y ha vivido bastante bien estos años de atrás con las generosas subvenciones públicas, tiene un líder supremo o camarada comandante, que ha declarado recientemente a sus 28 añitos que “el sistema los quiere lanzar demasiado pronto al mercado de trabajo”. Hombre con 28 primaveras pronto, lo que se dice pronto, no es. Más bien estás tardando en buscar un trabajo y dejar de vivir del cuento. Otra novedad es que esta huelga ha estado apoyada por alguna asociación de padres. Asociación cuyos líderes están vinculados a partidos y organizaciones de izquierdas por supuesto, por lo que la huelga tenía un tufillo a huelga política contra el gobierno del PP que ha sido lo que ha hecho que se haya saldado con un rotundo fracaso. Digan lo que digan los convocantes de la misma, la huelga de la enseñanza se saldó en Castilla-La Mancha con una participación media del 15% por lo que en vez de huelga se la podría calificar de “huelguita”.
Es muy de agradecer que haya habido padres responsables que mandaron a sus hijos a clase y también que los equipos directivos y de docentes garantizasen las clases en el 100% de los centros de enseñanza de nuestra región. Está claro que este tipo de huelgas políticas tienen escaso seguimiento a no ser que haya piquetes “informativos” que obliguen a su seguimiento. Grupos de “informantes” como los que violentaron el colegio salesiano de Mérida al grito de “¿Dónde están los curas que los vamos a quemar?”.
En el caso de Castilla-La Mancha después del inicio del curso escolar que se ha desarrollado con total normalidad, se va desmontando poco a poco la campaña de falsedades del PSOE respecto a la educación. Para el gobierno de Cospedal la educación, la sanidad y los servicios sociales son una prioridad y por ellos más del 83% del techo de gasto de los presupuestos de 2013 irán aplicados a cuestiones relacionadas con esa temática.
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