Fotografía cortesía de Clara Manzano (LANZA)

Fotografía cortesía de Clara Manzano (LANZA)

La coherencia en política es una virtud que parece que está en desuso, principalmente cuando se pasa de la oposición al Gobierno. Ya he contado en alguna ocasión la anécdota del diputado de principios de siglo que prometió a los tomelloseros que su pueblo sería puerto de mar. Algo así sucedía cuando la persona que ocupa actualmente el sillón de la alcaldía se encontraba en la oposición. Se dedicó a recorrer las dependencias municipales contándole a los funcionarios que cuando fuese alcaldesa recuperarían todos los “derechos económicos perdidos” durante los gobiernos del PP. Que no eran tales. Cifraba la cantidad a consignar en los presupuestos en trescientos mil euros y ante la incredulidad de muchos decía: “grabadme, grabadme”. Pues bien, los representantes sindicales grabaron a fuego esas promesas en sus mentes y una vez entronizada como alcaldesa de la ciudad se las recordaron. La sorpresa ha venido cuando, en el primer acuerdo marco que han tenido que negociar los representantes de los trabajadores con los ediles que representan “el gobierno del cambio”, como les gusta hacerse llamar, pues de lo dicho, nada. Se cerró la negociación sin tener en cuenta las demandas de los tres sindicatos mayoritarios en la función pública municipal. Han tenido que rectificar, y van…., y anunciar que vuelven a negociar. Parece un asunto que afecta solo a los funcionarios del Ayuntamiento, pero la verdad es que esta forma de gobernar improvisada, sin tener una idea clara de hacia dónde van, nos afecta a todos. No es la única prueba de incongruencia. Durante el pasado pleno le recordé a Pilar Zamora sus manifestaciones a favor de la construcción de un nuevo pabellón ferial en Ciudad Real, cuando era oposición. Llegó a decir que la edición de 2015 sería la última en la que FENAVIN se celebraría en carpas. Ahora que gobierna, ni la Junta ni la Diputación tienen intención de hacer un nuevo pabellón, y ella calla. Otro ejemplo, en el ámbito de la educación. En 2013 se empezó a hablar del cierre del colegio Juan Alcaide de la capital. El PSOE, entonces en la oposición, puso el grito en el cielo a través de su entonces representante en el Consejo Escolar Municipal. Sin tener competencias para ello, el anterior equipo de Gobierno de Rosa Romero consiguió que el colegio no se cerrase. La nueva administración socialista de Castilla-La Mancha, lo primero que ha hecho en Ciudad Real es decretar su cierre. Ay madre si lo llega a cerrar Cospedal…la que se habría liado. Y la señora Zamora, calla.

Pero es que la construcción del colegio de Valverde era una prioridad. Nos instaban un día sí y otro también para que el Ayuntamiento desarrollase suelo en Valverde, que después se cedería a la Junta, para que ésta hiciese el colegio. La Junta llegó a hacer el proyecto que se presentó a la comunidad educativa de Valverde. En el pasado pleno se cancelaron los pasos dados hasta ahora para ese desarrollo del suelo, porque ya no hace falta. “Ahora”, el nuevo colegio se puede hacer, cuando se haga, en la parcela que ocupa el actual. Y digo cuando se haga porque, de momento, los presupuestos socialistas de la junta, han previsto 40.000 euros que no llegan ni para pintar los barracones en los que los niños dan clase actualmente. En esto debe consistir eso que dijo la consejera del ramo de que la educación en Castilla-La Mancha es roja. El color con el que tachan a nuestra ciudad de las inversiones en los presupuestos. Y la señora Zamora, calla. Pero es que los presupuestos no recogen un céntimo para la autovía Ciudad Real-Toledo, tan necesaria desde el punto de vista del desarrollo económico pero, y más importante, desde el punto de vista de la seguridad. Y la señora Zamora, calla. En este punto podría decir eso tan poético de: “me gustas cuando callas, porque estás como ausente”. Pero en este caso el silencio de la primera edil perjudica a nuestra ciudad que ve como, cada vez que gobierna el PSOE en Toledo, pasamos al furgón de cola. Y Zamora, calla.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.