Una vez pasada la Semana Santa podemos hacer balance de lo que ha supuesto para nuestra ciudad, en un momento en el que el laicismo más radical amenaza de nuevo nuestras tradiciones y nuestro modo de ser. No supone una amenaza importante para la Iglesia, que ha sido perseguida a lo largo de siglos y siempre ha salido airosa, porque la Iglesia es de Dios, pero si supone una amenaza para ciertas tradiciones que algunos se empeñan en que desaparezcan. Desde el punto de vista turístico se han cumplido las previsiones más halagüeñas del sector hostelero con ocupaciones cercanas al 100% en algunos municipios. En la provincia de Ciudad Real y gracias a una climatología mejor de la esperada, hemos podido disfrutar de la magnífica Semana Santa que tenemos. En muchos de nuestros pueblos y ciudades las procesiones se han visto arropadas por miles de vecinos que exteriorizan así su fe y manifiestan una devoción que, en muchos casos, pasa de padres a hijos como herencia inmaterial. Procesiones que en Ciudad Real alcanzan cotas inigualables de belleza y perfección, con unas características y unas particularidades que la diferencian de otras de su entorno y que propiciaron que fuera merecedora del título de Semana Santa de Interés Turístico Nacional en 2006. Ese rico bagaje religioso y patrimonial lo debemos proteger entre todos y ser capaces de trasmitirlo a nuestros hijos para no perder esa religiosidad popular debe ser banderín de enganche para profundizar en la fe.
La presencia o no en las procesiones de representantes del Ayuntamiento, es unade esas tradiciones que en Ciudad Real se había mantenido invariable. En un momento en el que algunos políticos de todos los colores ensucian la labor que muchos desarrollamos de forma honrada y vocacional, desde el Grupo Popular tuvimos claro que la alcaldesa y los miembros de su equipo de Gobierno deberían haber acompañado a las hermandades y cofradías por las calles de Ciudad Real, como símbolo de respeto por un pueblo y por sus tradiciones. Como todo el mundo ya sabe, merced a una invitación de la Asociación de Cofradías, que le costó reaccionar ante este tema, concejales del Grupo Popular hemos presidido todas y cada una de las procesiones que se han llevado a cabo, excepto la Coronación de Espinas y el Prendimiento porque aún no habíamos sido invitados por la citada Asociación. Desde el Grupo Popular seguiremos insistiendo para que en la próxima Semana Santa sean los miembros del Equipo de Gobierno los que presidan las procesiones. Si les supone una carga deben saber que un cargo público cuando se ejerce con honradez es eso, una carga, y por otro lado para eso cobran. Como ciudadrealeño quiero terminar dando las gracias a las hermandades de Ciudad Real, porque ellas son las que hacen grande a nuestra Semana Santa. Desde hoy ya están trabajando para sacar sus cortejos procesionales el año que viene a la calle. Una Semana Santa que se reinventa cada año desde la fe y que, si Dios quiere, tendrá una nueva imagen procesionando por nuestras calles, la Virgen de la Salud, de la hermandad del Prendimiento.
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