Fotografía cortesía de Clara Manzano (LANZA)

En Ciudad Real el tiempo se ha detenido. No es un recurso poético, es la verdad. Y si no se ha detenido pasa más lentamente que a nuestro alrededor. El reloj de la ciudad atrasa y los encargados de darle cuerda, los que gobiernan, no lo hacen. Mientras, en los pueblos de alrededor el segundero avanza a compás de los días y adelanta al de la capital. Así, mientras en esos municipios la actualidad y de lo que se habla es del empleo, del inminente carnaval o incluso de la Semana Santa, aquí en la capital se habla de presupuestos. Y se habla de presupuestos porque el equipo de Gobierno y sus socios de Ganemos llevan el reloj atrasado. Y ese retraso lo quieren endosar al resto de la ciudad que asiste perpleja a sus enfados y a sus reconciliaciones cual dúo “Pimpinela”. Lo que pasa es que estos “Pimpinela” no se conforman con enfadarse entre ellos, sino que cuando se enfadan nos castigan a los demás. Los vecinos de Ciudad Real asistimos atónitos al cruce de declaraciones entre las dos fuerzas políticas que han gobernado la ciudad desde 2015 sin ganar las elecciones. Para que todo el mundo lo sepa, el presupuesto municipal está prácticamente terminado desde finales de octubre y lo que retrasó la aprobación del proyecto fue la negociación que el equipo de Gobierno estaba manteniendo en materia de personal. Una vez resuelta esta cuestión el presupuesto, ya en 2019, inició su tramitación. Curiosamente Ganemos, hasta entonces aliado del PSOE, en un ataque de celos o de tacticismo político renunció a presentar enmiendas al proyecto de presupuestos. Eso hizo que saltaran las alarmas en el ala este del edificio consistorial y empezaran a albergar la duda de que sus, hasta entonces socios leales, Ganemos, estaban preparando una emboscada. La tramitación siguió su curso y se programó la comisión que debía dictaminar el proyecto de presupuestos antes de elevarlo al Pleno. Y pasó lo que tenía que pasar, que Ganemos no votó a favor de las cuentas municipales que se dictaminaron negativamente. Lejos de achantarse o de hablar con el Partido Popular, el PSOE tiró para adelante y convocó el pleno de presupuestos para el jueves 21 cuando ya sabía que su socio y aliado lo votaría en contra. Unas horas antes de iniciarse la sesión, sin reunir a la Junta de Portavoces, desde alcaldía se nos remitió un whatsapp en la que se nos decía que el pleno de presupuestos no se iba a celebrar, que se aplazaba. Como motivo esgrimido por la señora Zamora se contó que era para “dar más tiempo a Ganemos para recapacitar”. O sea, que todos los vecinos de Ciudad Real tenemos que estar pendientes de los enfados y rabietas de los que han sido amiguitos toda la legislatura. Una legislatura perdida en la que no se han abordado ninguno de los grandes proyectos que se decían que se iban a acometer. Y para no ser menos que Pedro Sánchez, los socialistas han nombrado un “relator”. Un intermediario colectivo para que ayude a los de Ganemos a recapacitar, para reconducirlos. Ese “relator” que el PSOE ha enviado no es otro que algunos de los sindicatos del Ayuntamiento de Ciudad Real, que ven peligrar los acuerdos que han firmado con el equipo de Gobierno. Por lo tanto esta semana seguiremos hablando de presupuestos por lo menos hasta el miércoles, fecha en la que se debería celebrar el pleno de presupuestos. Todo ello claro está si los relatores hacen bien su trabajo y “convencen” a los chicos y chicas de Ganemos para que digan sí a las últimas cuentas de Pilar Zamora. Veremos.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.