El pasado sábado se presentaban en Madrid los candidatos del Partido Popular a las elecciones autonómicas. La presidenta del Partido Popular de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP a nivel nacional, María Dolores Cospedal, se presentó como candidata a la Junta de Comunidades para “hacer y seguir haciendo, trabajar y crear trabajo, y crecer, porque ahora nos toca crecer a todos”. Cospedal recordó que en Castilla-La Mancha nos encontramos con una Administración quebrada, unos servicios públicos al borde del colapso, con el mayor déficit público de España –un 7,8 por ciento en el año 2011- y cajones llenos de facturas, 600.000. Frente a ello, enfatizó, “hoy sé que mi tierra tiene un presente y tiene futuro, y voy a trabajar por ello”. Es consciente de que toda esa tarea ha sido posible gracias al esfuerzo, la comprensión y la confianza de los castellano-manchegos, a quienes siempre ha agradecido los esfuerzos y sacrificios que han tenido que afrontar por la mala gestión y las barbaridades económicas de los anteriores gestores socialistas. Ha habido que trabajar duro y codo con codo con la sociedad para salvar nuestros servicios públicos esenciales, tener una sanidad pública y sostenible, mejorar nuestra educación y bajar diez puntos la tasa de abandono escolar temprano que liderábamos hace cuatro años, y para poder pagar las facturas, por no hablar de los más de 4.000 millones de euros que en 2011 se debían a particulares, empresarios y autónomos, y a los que el actual Ejecutivo regional ha hecho frente. Y si, ya estarán los de siempre diciendo “ya está este otra vez con la herencia recibida…”, pero es que es totalmente necesario recordar el punto de partida para entender mejor las tremendas decisiones que ha habido que tomar. Por desgracia a día de hoy seguimos pagando las actuaciones de los manirrotos anteriores y en este caso digo, parafraseando a Faulkner que “el pasado no solo no está muerto, es que ni siquiera es pasado”.
Comentarios recientes