Que el PSOE se ha echado en brazos de la izquierda más radical ya casi nadie lo duda. El intento desesperado por pescar en esos caladeros de la izquierda radical e incluso antisistema les está llevando a perder parte de sus señas de identidad como centro izquierda, lo que hace que estén perdiendo apoyos entre las clases medias españolas y no ganándolos entre las filas de los votantes más de izquierdas, que siguen votando opciones políticas más adecuadas a sus gustos extremos. De esta opinión son también algunos destacados ex dirigentes moderados del PSOE como Vázquez o Leguina. La reciente aprobación de un decreto-ley del Gobierno de la Junta de Andalucía que posibilita que se expropien viviendas a los bancos sitúa al gobierno andaluz muy cerca del Chavismo y de otros regímenes de corte “bolivariano”. Al margen de sus connotaciones jurídicas, este decreto es sorprendente si tenemos en cuenta el gran parque de viviendas vacías de la propia Junta de Andalucía, por lo que queda patente una vez más esa doble moral de la izquierda, esa ley del embudo que practican habitualmente con el silencio cómplice de los que en España crean opinión y a veces tensión. Abundando en esta tesis, el viernes tras el Consejo de Ministros, fue la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría la que señaló que «hay serias dudas de constitucionalidad entre los expertos» sobre la norma de la Junta ya que «afecta a un derecho como el de la propiedad privada». «Esto afecta a varios ministerios, Fomento por la materia, y Justicia, con carácter general, analizarán exhaustivamente la constitucionalidad de esa medida», adelantó la vicepresidenta. Además la vicepresidenta apuntó, con razón, que al Gobierno le consta que la Junta «tiene viviendas de protección oficial vacías», lo que, a su juicio, sería un mecanismo «más ágil y más rápido» que la expropiación forzosa.
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