Miguel Ángel Rodríguez - Política, economía y cultura de Defensa
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CULTURA DE DEFENSA, Destacados, General

Un nuevo buque para la Armada española, y no uno cualquiera

abril 20, 2021 by Miguel Angel Rodríguez No hay comentarios
foto laverdad.es

Foto Laverdad.es

Será el próximo 22 de abril, quedan apenas 48 horas, cuando el rey Felipe VI presida en Cartagena la botadura del submarino ‘Isaac Peral’ (S-81), el submarino convencional (no nuclear) más avanzado del mundo. Será el primero de los cuatro que fabrica la empresa nacional Navantia para la Armada Española y que tras los muchos avatares sufridos por el programa S-80 por fin ve la luz. Los tres restantes buques de la clase S-80 que siguen en construcción en los astilleros de Navantia llevarán los nombres de Narciso Monturiol (S-82), Cosme García (S-83) y el cuarto y último de la serie, el S-84, será nominado ‘Mateo García de los Reyes’, en homenaje a este almirante primer jefe del Arma Submarina española que fue asesinado en Paracuellos del Jarama por elementos de izquierda al comienzo de la Guerra Civil Española. Estos nombres se decidieron en 2012 siendo ministro de Defensa Pedro Morenés. El Boletín Oficial del Ministerio de Defensa publicó el 30 de enero de 2012 la disposición firmada por el ministro en la que se asignan esos nombres a los cuatro nuevos buques. La orden ministerial de 13 de enero especifica que la nominación se realiza a propuesta del entonces jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante Manuel Rebollo García.

Foto Laverdad.es

Sin duda la industria de Defensa española da un salto cualitativo con estos submarinos que servirán como embajadores de la industria española de cara a futuros encargos de otras marinas del mundo.  En la actualidad la Armada dispone solo de dos sumergibles, de los que solo tiene operativo el ‘Tramontana’, debido a que el ‘Galerna’ aún sigue en gran carena en el astillero de Navantia, por lo que este proyecto es vital para mantener las capacidades de nuestra Armada ya que disponer de Arma Submarina es un factor de gran importancia para la defensa nacional y un instrumento fundamental de disuasión, cuyas características propias de discreción, movilidad y autonomía logística le permiten llevar a cabo misiones encubiertas, tácticas y de inteligencia.

Respecto a los que están en construcción, el ‘Isaac Peral’ está acabado y preparado para su botadura como hemos dicho más arriba, y su dotación formada en la sala de simuladores de la Escuela de Submarinos, lista para embarcar. Además el nombre elegido no podía ser más acertado para reconocer al inventor del primer submarino. En 2014 en mi condición de senador vocal de la Comisión de Defensa del Senado, tuve el honor de impulsar y defender una moción en la que se pedía que durante 2015, por medio de la Armada Española y promoviendo la colaboración de entidades públicas y privadas, se llevaran a cabo actos y actividades para conmemorar el primer centenario de la creación del Arma Submarina y el 120 aniversario del fallecimiento de Isaac Peral. El 22 de abril próximo el cartagenero Isaac Peral tendrá el mejor de los homenajes y su nombre volverá a enseñorearse de los mares del mundo. Esos mares surcados secularmente por naves con los colores rojigualda en sus pabellones de popa, capaces de gestas heroicas y de descubrimientos que asombraron al mundo.

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Destacados, General, Opinión

A 90 años de la proclamación de la II República

abril 15, 2021 by Miguel Angel Rodríguez No hay comentarios

El pasado 14 de abril se cumplían 90 años desde que se proclamó la II República en España, allá por 1931 del pasado siglo. Una República que salió de unas elecciones municipales en las que no se dilucidaba la forma política del Estado, pero que los que estaban ávidos de derribar a Alfonso XIII lo tomaron como un plebiscito a favor del cambio de régimen. Más allá de si la Monarquía estaba devaluada o no, tras los desastres bélicos en África y tras la Dictadura de Primo de Rivera, lo cierto y verdad es que ese día no se votaba entre Monarquía o República.

Esa República pronto defraudó a muchos de sus partidarios. Julio Camba en su libro “Haciendo de República” arremete contra esos republicanos que lo único que querían era un cargo en el Gobierno  y cambiar el nombre a las calles. Algo parecido a los izquierdistas de salón de hoy. Cuenta Camba que se encontraba en Villagarcía de Arosa esperando el tren de Santiago para ir a Madrid y el tren llegaba con mucho retraso. Al fin apareció el tren a lo lejos y  dice que la máquina viejísima “resoplaba, jadeaba, suspiraba…  y por fin, en un esfuerzo supremo, el tren logró dominar la cuesta, y al poco rato aparecía en el andén” Ya en la estación un señor empezó a despotricar diciendo “¿habráse visto un escándalo semejante! ¿Cómo hay todavía autoridades que toleren esa máquina? Tiene usted razón, le dijo otro, esa máquina ya no está para nada – No, si yo no me refiero a la máquina precisamente – repuso el señor con grandes voces, – la máquina es lo de menos. Lo que me parece intolerable es que se siga llamando Alfonso XIII. Llevamos ya dos meses de República, y aún no le han cambiado el nombre. Es un verdadero escarnio.” Camba quedó estupefacto y fue durante todo el trayecto pensando en la extraña psicología de ese hombre, buen republicano, que no sentía el menor deseo de sustituir las pésimas máquinas por otras mejores, pero que quería a toda costa ponerle nombres nuevos. Y llega a la conclusión de que eran legión los republicanos que, habiéndose creído durante la Monarquía partidarios de un cambio de régimen, no fueron nunca, en rigor, más que partidarios de un cambio del nombre del régimen. Algo así pasa ahora con los republicanos de nuevo cuño.

Más preocupante es la actitud del presidente del Gobierno que, ante su ineptitud manifiesta para solucionar los problemas de España, lanza cortinas de humo hablando de la República y de Franco como si eso fuera lo que necesitan los españoles para salir de la crisis. Una crisis en buena medida provocada por él mismo y por sus medidas. Sánchez es tan aficionado al periodo histórico de la Guerra Civil que ha conseguido llevar la Deuda Pública del Estado a niveles que no se veían desde ese conflicto fratricida. El día 14 en el Congreso, supongo que para desviar la atención, quiso acordarse del cumpleaños de esa “República luminosa” que tanto añora. Una República que fue la antesala de la Guerra Civil por los desmanes que los propios republicanos provocaron y que consiguieron que lo positivo que pudiera traer fuera mucho menos que lo negativo. Desde el punto de vista histórico, que un presidente del Gobierno recuerde en el Congreso en 2021 la proclamación de la República en 1931, para mí tiene el mismo valor que si recuerda el 182 aniversario del “Abrazo de Vergara”, que acabó con la Primera Guerra Carlista.

Por eso es conveniente que los que creemos en nuestros símbolos y en nuestras instituciones defendamos la institución monárquica frente a los ataques del propio Gobierno. También tenemos que defenderla frente a los timoratos que, para quedar bien con la izquierda, propugnan la falacia de que en la práctica vivimos en un régimen republicano, porque el Rey reina pero no gobierna. Efectivamente el Rey reina pero no gobierna, pero es Rey y España es una Monarquía porque así lo dice la Constitución.

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Destacados, General, Opinión

Al socaire de la Atalaya

abril 10, 2021 by Miguel Angel Rodríguez 2 comentarios

De niño, cuando todavía no sabía lo que era la ley de la conservación de la energía, me hacía gracia y me generaba intriga la afirmación esa de que la energía no se crea ni se destruye solo se transforma. A este blog, en el que llevo escribiendo ininterrumpidamente desde 2012 y al que destino parte de mis energías, le ha llegado el momento de transformarse. Este papiro digital en el que vierto mis opiniones sufre a partir de hoy una transformación sencilla, solo de diseño, para hacerlo más visual sobre todo cuando se accede desde un dispositivo móvil, aunque en un ordenador o tableta se sigue apreciando mucho mejor, al menos para mi gusto. Cosas de la tecnología.
Y aunque se sigue accediendo con las tres uve dobles seguido de plazadelamarina.es, cuando se entra se ve que el título del blog ha cambiado. Por razones obvias, el blog se llamaba “desde la Plaza de la Marina” que es donde se encuentra el Senado de España y en aquel momento yo era senador, por lo que los temas tenían un componente de política nacional importante. Ahora mismo desempeño mis funciones en las Cortes de Castilla-La Mancha y escribo generalmente desde mi casa en los pocos ratos libres que me deja la política, cerca del monte de la Atalaya. Por eso se llamará “al socaire de la Atalaya”. Sigo con las acepciones marineras porque socaire significa según la RAE el abrigo o defensa que ofrece algo en su lado opuesto a aquel de donde sopla el viento. Y así me siento, defendido o protegido por este monte que en nuestra ciudad alberga risas, juegos infantiles, naturaleza viva y también muerte y misterio. Como la vida misma. Una vida que ahora se nos presenta atribulada por la pandemia que nos asola, una pandemia que cuando empecé a escribir ni siquiera se imaginaba en la ciencia ficción, pero que pasará. Y cuando pase los vientos, los mares y la Atalaya seguirán ahí aunque muchos de los nuestros ya no estén para verlo. Y cuando todo pase seguiré escribiendo. Sin un interés especial en que me lea nadie. Mi vanidad está colmada. Escribo porque me apetece. Porque cuando escribo leo. Y cuando leo aprendo. Además, si supiera de alguien que me lee me pasaría lo que lo que en la anécdota atribuida al genial Julio Camba, que a partir de que un señor de Cuenca le dijo que era un fiel lector suyo y que esperaba con impaciencia sus artículos en el ABC empezó a escribir sometido a la duda de si ese artículo le gustaría a su fiel lector de Cuenca.
En cualquier caso en este blog, que es mío personal, escribiré de los temas que me interesan y preocupan. Independientemente de si el tema es un asunto de actualidad política o no. Es más, intentaré escribir menos de política y más de otras cuestiones, aunque al fin y al cabo casi todo tenga implicaciones políticas. Termino recordando la frase del ensayista Antonio Basanta recogida por Irene Vallejo en su maravillosa obra que recomiendo vivamente “El infinito en un junco”. Basanta en su ensayo “Leer contra la nada” opina que “Leer es siempre un traslado, un viaje, un irse para encontrarse. Leer, aun siendo un acto comúnmente sedentario, nos vuelve a nuestra condición de nómadas” Leer salvó de la tristeza y de la desesperanza a muchas personas durante el duro confinamiento al que nos vimos sometidos. Por eso sigamos escribiendo y por supuesto leyendo. Para seguir siendo nómadas, para seguir siendo libres.

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Miguel Ángel Rodríguez


Os presento la actualización de mi blog personal. Al igual que antes, en él expresaré mis opiniones sobre temas de actualidad, aunque no sólo de política. La economía y la historia también tendrán cabida con una visión amplia, centrada y moderada. También encontraréis temas relacionados con la Cultura de Defensa, porque creo que conocer la labor de nuestras Fuerzas Armadas es una obligación de todos. En este espacio tendrá cabida cualquier opinión siempre que sea respetuosa. Espero que podamos aprender mutuamente.

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