imageCiudad Real capital  ha estado demasiado acostumbrada a ver pasar por delante de sus narices proyectos industriales que, por decisión de la Junta de Comunidades y del PSOE, se instalaban en municipios cercanos del mismo color político que los regidores de la Junta. A mediados de los años 90 del pasado siglo XX Torralba, Daimiel, Puertollano, Alcázar… se beneficiaban de proyectos que, si hubiese primado el criterio empresarial, se deberían haber instalado en el término municipal de Ciudad Real.  El único mérito es que esos municipios estaban gobernados por el PSOE, al igual que lo estaba la Junta de Comunidades, con Bono primero y Barreda después. Ahora con García-Page la cosa no pinta mejor para nuestra ciudad, con la gravedad añadida de que ahora en la capital también gobierna el PSOE, por lo que es más difícil entender este desapego hacia nosotros por parte de Toledo. Por ello no es de extrañar, que cuando por fin se vislumbró un proyecto como el del aeropuerto, que generaría riqueza y puestos de trabajo, todos pensáramos que había llegado el momento del salto definitivo de nuestra ciudad hacia el futuro, con una infraestructura que atraería otras industrias, otras empresas auxiliares y otros servicios. No solo el Ayuntamiento fió una parte de sus ingresos a los impuestos y tasas que generaría la infraestructura aeroportuaria, particulares compraron ingentes cantidades de terrenos baldíos en las inmediaciones del aeropuerto, e incluso la Guardia Civil se planteó construir una nueva comandancia más moderna, que acogiera a los guardias que tendrían que prestar servicio en la infraestructura y que incluso estaría dotada de helipuerto. Castillos en el aire.

 

Una conjunción de crisis económica feroz, inevitable, junto a toma de decisiones ordenadas desde los despachos del PSOE, evitable, hizo que el proyecto se fuese al garete arrastrando con él las ilusiones de mucha gente y llevándose por delante a algunas empresas que confiaron en el proyecto. Ahora vuelve a resurgir el proyecto. Volvemos a escuchar los mismos cantos de sirena que entonces, pero ahora estamos resabiados. Parece que los nuevos propietarios, no se si este término es correcto  porque de momento parece que el juez concursal solo ha confirmado el pago del aval del 5% del total del precio ofertado, quieren hacer las cosas bien y poco a poco. Tienen la intención de que el tráfico aéreo vuelva a esta infraestructura a partir del próximo 12 de octubre para operar vuelos que traigan cazadores a la provincia. Aunque quizá lo primero que deberían hacer es vencer la desconfianza de la ciudadanía hacia un proyecto que ha generado muchos titulares de prensa y pocos beneficios para una ciudad necesitada de grandes proyectos que generen puestos de trabajo. Los actuales responsables del Ayuntamiento, el PSOE y Ganemos, se deberían preocupar también de saber en qué situación se encuentran las deudas tributarias contraídas por la infraestructura y quién es el responsable de pagarlas. En este caso, como en el del famoso IBI del Hospital, se trata de dinero de todos los ciudadrealeños al que no podemos renunciar. Espero y confío que esta vez el PSOE deje trabajar a los profesionales. Que hicieran fracasar el proyecto por segunda vez sería imperdonable.

Share:
Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.