crtvEn el pasado Pleno del Ayuntamiento de Ciudad Real asistimos a la culminación de un despropósito auspiciado por el pacto de perdedores del PSOE/GANEMOS. Tras más de un año con la televisión municipal apagada y fuera de servicio, los ciudadrealeños tendremos que pagar 122.000 euros, más de veinte millones de pesetas, a los seis trabajadores despedidos improcedentemente por Pilar Zamora. Los caprichos de Zamora cuestan caros. Pese a las advertencias de nuestro Grupo Municipal, siguieron erre que erre con un asunto, el de las remunicipalizaciones, en el que se demuestra que falta humildad y sobra soberbia e improvisación. Los que llevan un año hablando de llevar a la fiscalía al anterior equipo de Gobierno por embellecer la ciudad con luces de Navidad y pasarse en el gasto, según el PSOE, en 30.000 euros, ahora nos hacen un quebranto de veinte millones y no pasa nada. Aquí tienen la doble moral de la izquierda. Se inventan procesos inquisitoriales contra los que gobernaron anteriormente y miran para otro lado ante sus propias responsabilidades. Unas responsabilidades que lo natural sería que tuviera una consecuencia clara. Si sabían lo que podía ocurrir, si estaban advertidos del error que cometían y aún así echaron para adelante, pues ahora o dimisión o pagáis los veinte millones de pesetas de vuestro bolsillo. Pero no teman. No habrá ni una cosa ni otra. Zamora sigue agarrada a un sillón que no ha ganado en las urnas, y GANEMOS/PODEMOS o como quieran llamarse el mes que viene, seguirán atornillándola al sillón, pese a que cada vez está más claro que no conseguirán sus objetivos de quitar la zona azul o remunicipalizar.

Por otro lado, los tics autoritarios de los que sustentan al PSOE en el Ayuntamiento son cada día más evidentes. Es palpable el odio que rezuman hacia el Partido Popular. No contentos con que este partido, el más votado, no gobierne, llevan casi dos años dedicados a inventar fábulas y judicializar la vida política. Estos aprendices de inquisidores no tienen empacho en crear comisiones y fabular, para menoscabar el prestigio de personas honradas. Para ellos no existe la presunción de inocencia si se trata de un político del PP. Lo hemos visto en el caso de Rita Barberá. No solo se han cebado con ella en vida, sino que hasta le negaron un minuto de silencio tras su muerte. Estos partidos de ultra izquierda que niegan el pan y la sal al Partido Popular, lloran la muerte de tiranos como Fidel Castro y se ven apoyados, quizá indirectamente, por algunos grupos de comunicación. Mencionaba hace algunos años el ya fallecido profesor Muñoz-Alonso, al que conocí y traté cuando era senador por Madrid, a Alain Minc, un autor muy relacionado con el mundo de los medios, que se quejaba de que “la legitimidad ha cambiado de sentido: pertenece más a los medios que a los políticos”. “El duelo es desigual –continuaba- entre el hombre público y el periodista. Para el segundo prevalece una cuasi impunidad. Para el primero, por el contrario, la sanción psicológica es instantánea”. Y describía “un nuevo tipo de hombre público, inquieto ante el juez, angustiado por los medios, obsesionado por la opinión”. Se quedaba corto Minc, con lo de la “sanción psicológica” pues ahora los medios piden sangre o, como mínimo, cárcel inmediata. Opinaba Muñoz-Alonso. Yo no estoy de acuerdo con todo, pero en parte tengo que dar la razón al profesor a la vista de lo acontecido en el caso de Rita Barberá. Aquí el famoso dicho de que “entre todos la mataron y ella sola se murió” cobra un dramático sentido. Y murió inocente, por cierto. Porque si el derecho de libertad de expresión está vigente, también lo estará el de presunción de inocencia, digo yo. Yo lo que espero y deseo por el bien de todos los ciudadrealeños es que los que nos gobiernan sean dignos de la responsabilidad que ostentan, se dejen de “caza de brujas” y empiecen a gobernar con sensatez para evitar varapalos judiciales como este, que costará a las arcas municipales más de 120.000 euros que se podrían haber dedicado a cosas más beneficiosas para todos.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.