Hace un par de meses se difundió por las redes sociales, y de ahí saltó a los medios de comunicación, el vídeo de la despedida a los 56 militares de la “Agrupación Táctica Chile” de la Unidad Militar de Emergencias, en el aeropuerto de Santiago de Chile. Habían estado varias semanas ayudando a apagar los incendios que asolaron el país y los chilenos, agradecidos, los despidieron con un homenaje espontáneo entre aplausos y al grito de “¡bravo!” y “¡gracias”. Muchos pensamos que, para nuestra desgracia, esa era una imagen impensable en España. El tiempo me ha dado la razón al saber que un llamado colectivo de “pacifistas” ha expresado su “rechazo y rotunda oposición” a las visitas de escolares, de Infantil y Primaria, en las jornadas de puertas abiertas de la Base de Helicópteros de Ataque de Almagro. El motivo principal es porque esta base representa, según ellos, “los valores de un modelo de defensa violenta y militar perjudicial para los escolares y personas de todo el mundo”, arremetiendo de paso contra el Ejército, al que tachan casi de institución antidemocrática. Ignoran adrede, claro está, el artículo 8.1 de la Constitución que dispone que «las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Ignoran o quizá debería decir que les molesta, el papel que las Fuerzas Armadas tienen como garantes de nuestra libertad. La izquierda más radical tiene una larga tradición antimilitarista y están que se suben por las paredes cuando ven el apoyo creciente y el prestigio bien ganado que nuestras Fuerzas Armadas han ido adquiriendo en nuestra sociedad. Ese pretendido antimilitarismo esconde en último lugar un odio a España y atacan precisamente a una institución, la militar, que encarna los valores democráticos de una España plural y moderna. Eso por no hablar de los riesgos a los que España se enfrenta y que estos pacifistas parecen desconocer.

En la última celebración de la Pascua Militar, ni el Rey ni la ministra de Defensa  se entretuvieron en juegos florales, y dijeron lo que tenían que decir. Felipe VI situó la amenaza del terrorismo “en el centro de las preocupaciones de seguridad de los españoles y de nuestros socios y aliados”. “Por ello, no debemos escatimar esfuerzos por aumentar nuestra capacidad de prevención y de respuesta ante esta lacra que pone en peligro nuestra sociedad, desprecia nuestros valores democráticos y es un enemigo de la Humanidad”. Necesitamos unas Fuerzas Armadas dotadas de medios y de personal.  Es necesario continuar con el proceso de modernización del Ejército con el fin de mejorar su operatividad y capacidad de respuesta para ir por delante de los “desafíos cambiantes e imprevisibles” y avanzar hacia “un mundo más seguro”, en palabras del propio Felipe VI. En esa misma línea, la ministra de Defensa, María Dolores Cospedal, adelantó que propondrá a los partidos políticos el desarrollo de “una ley de sostenibilidad de las Fuerzas Armadas, que esté por encima de posicionamientos políticos e ideologías”. Frente a las amenazas, los “pacifistas” proponen en su comunicado “un modelo de defensa social y noviolenta que nos permita avanzar hacia unas cotas mayores de justicia social, derechos humanos y equilibrio medioambiental, a nivel internacional”. Como diría Jesulín: “en dos palabras, im-presionante”. Es como si quisieran regalar flores a los que vienen con el machete a rebanarles el pescuezo. Igual les conmueven. Como conozco algo de nuestras Fuerzas Armadas les animo a que cuando les surja la oportunidad lleven a sus hijos a visitar el Batallón de Helicópteros de Almagro. Serán recibidos por españoles de bien, los mejores de entre nosotros, y sus hijos aprenderán conceptos como honor, lealtad, valentía, amistad, compañerismo y paz. Si, paz, porque no conozco a ningún militar al que le guste la guerra, aunque estén preparados para ella si todo lo demás falla.

1.- La primera fotografía es de Rueda Villaverde, publicada en La Tribuna de Ciudad Real.

2.- La segunda corresponde al momento en el que el entonces teniente coronel Jefe del BHELA I, Alberto García Romera, me hace entrega de una fotografía dedicada de los tres aparatos “Tigre” que desplegaron en Afganistán en 2013

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.