El pasado jueves tuvo lugar el pleno ordinario del Ayuntamiento de Ciudad Real correspondiente al mes de junio. Se trataron muchos temas que conviene recordar y no pasar página sobre ellos por el hecho de que el pleno haya finalizado. El pleno pasó pero la vida sigue. Y el día a día de los vecinos de Ciudad Real merece un respeto y una atención que no puede reducirse al pleno. En el pleno se volvió a tratar el tema de la estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI). Desde el PP ya dijimos cuando se plasmaron las partidas de EDUSI en los presupuestos  que se estaba actuando sin criterio y sin saber qué proyectos se iban a realizar con esos fondos. Casi 10 millones de euros que se “acoplaron” en el presupuesto a petición de cada concejal como si fueran las peticiones del oyente que escuchábamos en los antiguos transistores. Así un concejal consideró que se debían dedicar parte de los fondos EDUSI a un programa de fortalecimiento del tejido empresarial local, los socios de GANEMOS a un plan de trabajo garantizado (no sabemos por quien), otro concejal pensó que había que dedicar fondos a elaborar una estrategia contra el ruido… y eso se plasmó en los presupuestos para 2017. Lo pusieron en esas partidas porque el tiempo apremiaba, no porque tuvieran claras sus prioridades, que no las tienen aún, y ahora varios meses después toca descender “de las musas al teatro” y se dan cuenta de que lo que de verdad necesita Ciudad Real son autobuses nuevos. Que esa es la gran demanda ciudadana – Les recomiendo que se den una vuelta en los autobuses actuales por algunas calles de la ciudad que parecen campos de minas – ¿Y que hacen cuando se dan cuenta de la necesidad de los autobuses? Barren todo lo que habían puesto para cubrir el expediente en las partidas del presupuesto para intentar crear una mega partida con un nombre rimbombante que se traduce por “compra de nuevos autobuses”. Esta práctica demuestra lo malos gestores que son y la prepotencia con la que gobiernan pensando que a ellos todo les está permitido. No contaban con que esa tarde en el Pleno estarían una amplia representación de vecinos del Torreón reclamando soluciones a sus problemas de ruido y suciedad, y que esos vecinos iban a asistir al intento de suprimir esas partidas para luchar contra el ruido. Por fortuna la propuesta del equipo de Gobierno del PSOE no salió adelante porque el Grupo Popular votó en contra y desenmascaró la operación ante los vecinos, que asistían atónitos al debate. Posteriormente esos mismos vecinos pudieron escuchar a la nueva responsable municipal de medio ambiente, tras la defenestración del sr. Lillo, responder en relación a las alegaciones de la zona ZAS que no tenía prisa por contestar y que lo haría cuando tuviera todos los informes. Han pasado más de tres meses desde que pasó el plazo y los vecinos esperan una respuesta que no esté basada en la prepotencia que destila la señora Nieto, que ignora que su actitud no daña al Grupo Popular sino a los vecinos que le pagan el sueldo y que esperan de ella y de sus compañeros una actitud diligente. Pero si este pleno estaba siendo un despropósito con el tema del ruido llegamos al momento de la risa. La risa que produce ver al Grupo de GANEMOS defendiendo una moción en defensa de una educación privada basada en el método Waldorf. Los cuatro concejales de GANEMOS, alguno de los cuales tomó posesión con la camiseta verde que tanto éxito cosechó entre los progres, se quedaron solos defendiendo un apoyo institucional y la homologación del centro de pedagogía “emergente” que hay en nuestra ciudad. Este Ayuntamiento ha perdido el norte y no se dedica a las cosas que interesan de verdad a los vecinos de Ciudad Real. Desatiende las peticiones de los ciudadrealeños mientras sube los impuestos a los particulares y a las empresas. Ciudad Real se apaga. Menos mal que solo quedan dos años.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.