Este próximo martes se escenificará la moción de censura orquestada por Pablo Iglesias. Y escribo escenificar porque conociendo al líder populista lo suyo, como dice la canción, será puro teatro. Una moción de censura abocada al fracaso y que lo único que busca es relanzar la imagen del macho alfa, la imagen devaluada de Pablo Iglesias. Será bonito ver a la pareja Montero-Iglesias intentado convencer a sus señorías de lo ideal que sería un gobierno presidido por el señor Iglesias…da escalofrío pensar en lo que se podría convertir España con estos émulos de lo peor del comunismo. Siempre me han caído mal los que quieren dar lecciones y no pasan de aprendices. Los que reparten credenciales de demócratas y de legales, cuando cada día descubrimos sus vergüenzas. Al señor Iglesias y a toda su camarilla bolchevique le molesta que haya pluralidad política, porque ellos son más de partido único, el suyo. Y les molesta que gobierne el Partido Popular pese a ser el más votado, e incluso se preguntan por qué la gente sigue votando al Partido Popular estando ellos. Espero que los que veamos el debate no tengamos que asistir a un espectáculo bochornoso  y con un lenguaje soez en la sede de la Soberanía Nacional, cosa a lo que ya nos tiene acostumbrados Pablete y sus huestes. Que no nos pase lo que al filósofo von Leibnitz y al zapatero. Parece ser que Leibnitz acudía a la Universidad de Leiden, donde sostenía acalorados debates filosóficos en latín con estudiantes y profesores. Con el tiempo Leibnitz observó que también acudía regularmente un vecino, que resultó ser zapatero (zapatero de oficio, no me refiero al ínclito ZP). Finalmente, la curiosidad le pudo y un día le preguntó si sabía el suficiente latín para seguir el hilo de aquéllos debates tan filosóficos e intelectuales. –No- contestó el hombre- no sé latín, yo solo vengo a ver como discuten ustedes. –Entonces ¿como sabe quien tiene razón en las discusiones?, preguntó el filósofo. –Muy sencillo, cuando oigo que alguien grita mucho, se que no tiene razón – contestó el hombre. Pues espero que el señor Iglesias se aplique el cuento.

Y ya descendiendo a lo local también el día 13 se cumplen dos años desde la toma de posesión de la nueva Corporación. Una Corporación con mas concejales del PP que de cualquier otro partido, pero que por pactos de despacho la gobierna el PSOE junto a los amigos del Pablo Iglesias, el de la moción de censura. Llevan los concejales del des-gobierno haciendo balance de estos dos años y son a cada cual más triunfalista. Luego, en la calle, los vecinos no piensan lo mismo. La última en desgranar sus “éxitos” ha sido la señora Pimpollo, concejal de Educación y Deportes. La peor concejal de Educación y de Deportes que se recuerda. A día de hoy, las piscinas de veranos están sin abrir y la más importante, la del polideportivo Rey Juan Carlos, no se sabe cuando abrirá porque decidieron ponerse a hacer obras en ella hace un par de meses sabiendo que el verano se les echaba encima. Un verdadero despropósito. Esta falta de gestión la intentan tapar evitando dar información a la oposición y evitando que vayamos a los actos. La descortesía institucional de la que hace gala el equipo de Gobierno de la señora Zamora es buena muestra de sus inseguridades. Por mucho que quieran ocultarnos, hacer que no se nos vea, los concejales del Partido Popular representamos a 13.500 vecinos que nos votaron y a los que pretenden ningunear gobernando de espaldas a ellos. Porque la señora Zamora no gobierna para todos, sino para los que la votaron. Y lo que es peor, para los 5.000 que votaron a la marca blanca de Pablo Iglesias en Ciudad Real. Aún así lamento decirle a los que nos gobiernan que seguiremos asistiendo a todo lo que nos inviten y a todo lo que consideremos que es bueno para nuestros vecinos, aunque no nos inviten. A nosotros trabajar por Ciudad Real no nos asusta ni nos cansa.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.