Si hoy lunes han comenzado el día escuchando sirenas, helicópteros y movimientos inusitados de los voluntarios de Protección Civil y Fuerzas de Seguridad, no se alarmen. Seguramente se trata del inicio del mayor simulacro de catástrofe química llevado a cabo hasta la fecha por parte de la Unidad Militar de Emergencias del Ejército Español. El ejercicio consiste en declarar una catástrofe que por sus consecuencias implica una declaración de situación de emergencia de interés nacional, cuya evolución deriva en otras emergencias de carácter tecnológico y medioambiental principalmente. Se produce una situación de crisis en una industria petroquímica, produciéndose una gran explosión que la divide en tres zonas: la parte central es la que se volatiliza, se genera un inmenso cráter que afecta a las otras dos y a parte de la ciudad de Daimiel, pero con consecuencias en buena parte de la provincia de Ciudad Real. Con este simulacro se pretende entrenar a los intervinientes «en la resolución de una gran catástrofe asociada a un riesgo químico que provoca grandes afectaciones a las personas, atención de heridos, necesidad de desplazamiento, acogida de personas damnificadas en albergues y contaminación del medio natural.
Participan elementos de Protección Civil, de Cruz Roja y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de Daimiel, Torralba, Manzanares, Almagro y como no, Ciudad Real. De la magnitud del ejercicio baste señalar que movilizará a más de tres mil personas, ochocientos de ellos militares que han “tomado” Almagro literalmente, debido a que el campamento base de la operación se ha establecido en dicho municipio. Debido a la necesaria coordinación que debe existir en caso de una catástrofe de tal magnitud, también participan los servicios de Emergencias del Gobierno de Castilla-La Mancha, así como equipos de intervención internacionales llegados de Estados Unidos, Francia y Marruecos. En la presentación del ejercicio el máximo responsable de la UME, el teniente general César Muro, afirmó que esta situación pondrá a prueba la respuesta de la UME ante el riesgo químico, que ensayará con este simulacro la coordinación con el Plan Estatal Químico que hasta el momento no se había hecho. Además, coincide la circunstancia de que al final del año 2014 la UME alcanzó la capacidad plena de intervención con la certificación del Grupo de Intervención en Riesgos Tecnológicos y Medioambientales. Ojalá este tipo de hechos no sucedan nunca pero como la realidad casi siempre supera a la ficción debemos estar preparados, máxime si tenemos en cuenta las nuevas amenazas a las que España y Europa se enfrentan cada día. En cualquier caso sabemos que la UME ofrece una garantía y una solvencia contrastadas y así lo ha demostrado sobradamente en su aún corta vida. Si a esto unimos que el Primer Batallón de Intervención en Emergencias (el BIEM I), lo manda nuestro paisano el teniente coronel de Infantería Juan del Hierro, el éxito está asegurado por su competencia, profesionalidad y buen hacer. A los ciudadanos les pido que sepan disculpar las eventuales molestias que se pudieran producir. La causa merece la pena. Estamos expectantes, suerte.
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