la foto (8)Durante este fin de semana se han celebrado dos actos de carácter político con un claro interés mediático y ciudadano. Por un lado, la reunión Interparlamentaria del Partido Popular. Por otro, la llamada “Conferencia Política” del PSOE. Una conferencia política de la que previsiblemente no saldrá ningún tipo de compromiso importante ni tema de interés para los ciudadanos, ya que a nadie se le escapa que se trata de un acto puesto para contraprogramar (como hacen las malas cadenas de televisión), la reunión del PP anunciada muchas semanas antes. Para contraprogramar y para acallar a los patricios socialistas que ya han desenfundado la daga sin ningún tapujo y andan esperando que su antaño admirado “César” Rubalcaba suba las escalinatas para apuñalarlo, metafóricamente hablando, claro. Por el contrario, la reunión que hemos celebrado el Partido Popular, a diferencia de otras Interparlamentarias en las que se debatió sobre cómo salir de la crisis, qué reformas eran necesarias y las primeras decisiones del Ejecutivo, en esta ocasión ha servido para exponer los resultados positivos de las reformas llevadas a cabo hasta el momento. El debate, que se fue enriqueciendo posteriormente, partía de la premisa de que hace un año caía sobre España la sombra de la intervención, y hoy los datos hablan por sí solos: menos deuda, la prima de riesgo baja, desciende la tasa de paro, se corrige el déficit, aumentan las exportaciones, la balanza comercial es positiva, el turismo bate récords, los créditos al consumo aumentan, España vuelve a ser competitiva y los inversores vuelven a mirar a nuestro país. Desde el PP consideramos que se ha avanzado con paso firme en la dirección correcta y que se están consiguiendo los objetivos marcados: crecer, crear empleo y aumentar el bienestar. La cuestión ya no es la intervención, sino cuánto vamos a crecer y cuánto empleo vamos a crear en un plazo muy breve de tiempo. Estos buenos datos se deben a dos motivos principalmente: al esfuerzo hecho por todos los ciudadanos y las políticas de ajuste y reformas llevadas a cabo por el Ejecutivo. De esas reformas y medidas, de su puesta en práctica y de los resultados de las mismas, se ha hablado en la 20 Interparlamentaria Popular.

De entre los intervinientes, aparte de las intervenciones de Cospedal en la inauguración y de Rajoy en la clausura, siempre brillantes, quiero destacar la intervención de los castellano-manchegos Arturo Romaní y Vicente Tirado. Consejero de Hacienda y presidente de las Cortes regionales que expusieron cómo las medidas puestas en marcha por Cospedal en la región están haciendo posible un cambio de rumbo en la maltrecha economía heredada de los socialistas. Por todo lo anterior, no es baladí que días antes de esas reuniones el barómetro del CIS correspondiente al mes de octubre otorgase al PP un 34% de los votos, 1,5 puntos más respecto al barómetro de julio, y ampliaba su victoria frente al PSOE en 7,2 puntos. El PSOE baja cuatro décimas y se queda en el 26,8%. Los ciudadanos están entendiendo las medidas que se están tomando y están castigando al PSOE por ser la peor oposición de Europa, defraudando a sus votantes día a día. Ante este panorama desolador egregias figuras del izquierdismo radical se han ofrecido para ayudar, para rematar diría yo, al casi extinto PSOE. El ex juez Garzón, prevaricador por sentencia, y el hijo de Santiago Carrillo, se han ofrecido como salvadores del PSOE para acabar con la derecha que, según ellos, representa el PP. Pues que les vaya bien. Nosotros estamos en lo que importa a los ciudadanos.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.