page pizarraHace unos meses leía con cierto regocijo que científicos suecos habían desarrollado una neurona artificial que imita el funcionamiento de las humanas, recibiendo estímulos químicos que luego se transforman en eléctricos. El descubrimiento abre enormes posibilidades a la ciencia e incluso pensé, iluso de mí, que podría ser de aplicación a la política. Lamentablemente el descubrimiento llega tarde a Castilla-La Mancha. Si hubiese llegado a tiempo nos habríamos ahorrado imágenes bochornosas como la del señor presidente de la Junta de Comunidades ante una pizarra en la que un niño escribía una consigna política contra Cospedal. Si, un niño, utilizado de manera obscena para mayor gloria del Sr. García-Page. Ya hay quien ha escrito que la fiscalía de menores debería actuar en este asunto. Sin haber arena, ni playa, esa imagen debería abochornar al que la ha ideado y al que se ha dejado fotografiar. Me recuerda a esas imágenes en blanco y negro o sepia de la escuela franquista, esa que se retrata magistralmente en obras como “el florido pensil” y en las que en las pizarras se escribían lemas sacados del libro de “Formación del Espíritu Nacional”. Cuarenta años después, García-Page, que no ha ganado las elecciones, se permite incitar al odio y adoctrinar a niños contra su antecesora en el cargo, María Dolores de Cospedal, igual que se hacía en la escuela del florido pensil  contra los adversarios políticos. O faltan neuronas o sobra mala leche. O quizá es nostalgia de un tiempo de ordeno y mando en los que se gobernaba sin ganar elecciones porque ya se sabe que, para algunos de la izquierda, los demócratas tenemos que ser los demás, a ellos se les supone, como el valor en la mili pero demostrarlo, lo que se dice demostrarlo…

Ahora estamos en un tiempo nuevo en Castilla-La Mancha. Un tiempo nuevo que nos traerá, lo digo con conocimiento de causa, ruina económica y social. Y no se trata de ser agorero. Se trata de observar la realidad y ver cómo se reproducen de nuevo comportamientos que consisten básicamente en deshacer lo hecho aunque estuviese bien hecho. Ya se ha anunciado que se va a inyectar más dinero a la televisión pública regional. Una televisión utilizada políticamente contra el adversario como demuestra el hecho que el primer día que llegó la nueva directora general lo hizo acompañada por el vicepresidente del Gobierno regional y por el portavoz. Toda una declaración de intenciones. Hay quien dice que el joven portavoz se acercó hasta las instalaciones para elegir el despacho de su amigo al que después nombró director de informativos. Ahora García-Page se ha encontrado una región con las cuentas saneadas. Con el contador a cero en cuanto a pago a proveedores y a ayuntamientos. Lleva muy pocos meses y ya me cuentan que se están empezando a producir retrasos en los pagos. Se empiezan a repetir comportamientos que pensábamos que no se iban a volver a ver. Derroche. Urge que los malos gestores respondan con su patrimonio. Es inaudito que este señor no sólo no haya aprendido la lección, sino que ya se está planteando no elaborar los presupuestos de 2016 para poder hacer y deshacer a su antojo y no tener que hacer públicos sus compromisos con PODEMOS. Desde el punto de vista económico y de los intereses de los castellano-manchegos es un peligro público. Además gobierna con la chulería propia de los que llegan al poder sin haber ganado las elecciones. Hace pocos días conocíamos su intención de volver abrir la oficina de la Junta en Bruselas. Una especie de embajada de medio pelo, suprimida por Cospedal en cuanto llegó al Gobierno y que supuso el ahorro de 450.000 euros anuales. En definitiva, volvemos al pasado y a estar en el filo de la navaja desde el punto de vista económico. De aquí a un par de años otra vez en quiebra. Y todo por tener un presidente “por la Gracia de Dios” y no porque haya ganado las elecciones.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.