El llamado “sector minero español” está subvencionado y sobreprotegido desde el s. XIX por deficitario.  En 1990 la Unión Europea fijó un horizonte de cierre de las explotaciones y lanzó un plan a ocho años para prescindir del carbón en busca de otras formas de energía más rápidas, más limpias, más económicas y menos contaminantes. Tras sucesivas prórrogas y tras cuatro planes de reconversión sucesivos, el proceso culmina en Agosto de 2011 cuando el  gobierno del PSOE firma el plan de cierre de la minería remitiendo un documento a Bruselas en el que figura literalmente “a fecha 01/01/2019 no quedará abierta ninguna unidad de producción minera de carbón que hubiese recibido ayudas”. Ese mismo año, en los últimos presupuestos del Estado elaborados por el PSOE, se recortaron los fondos a la minería de 1.078 millones de euros a 688 lo que hizo que Zapatero no pudiese asomar la cara por Rodiezmo, tradicional bastión minero. Parece que esos recortes y ese plan de cierre no fueron lo suficientemente graves para que los mineros se movilizaran. Pero claro, ahora gobierna el PP. Ha sido anunciar los presupuestos del Estado para 2012 y se ha liado la mundial. Los mineros, alentados por el PSOE y por la UGT como en el 1934, han convertido Asturias y otras zonas de España en campo de batalla perdiendo a ojos de la opinión pública parte o toda la razón que pudieran tener.

Porque para obtener justicia no sólo hay que tener razón, sino también saber pedirlo y ejerciendo la violencia y apedreando a la Guardia Civil se deslegitiman. Muchos ciudadanos en paro, autónomos que han tenido que cerrar porque el Estado no les subvenciona, ven con estupor cómo con sus impuestos se pagan los sueldos de los mineros y las prejubilaciones antes de cumplir los 50 años, con cantidades en torno a los 2.000 euros mensuales de media. Por cierto esta medida se tomó en virtud de una Orden Ministerial de 1973, bajo el régimen de Franco, que regula un régimen de Seguridad Social específico para la minería en el marco de esa “acción protectora” de la profesión. Nada que objetar a las prejubilaciones en un oficio que se desempeña en unas condiciones durísimas, con grave riesgo y expuesto a enfermedades crónicas y específicas del sector, pero de ahí a violentar un país y a menoscabar los derechos del resto de ciudadanos va un abismo.

Por todo lo anterior no puedo entender el espectáculo montado por el PSOE esta semana en el Senado. Invitaron a la tribuna a las autodenominadas “mujeres de los mineros” que insultaron gravemente a los miembros del PP que, por si se les ha olvidado, es el partido que ganó las elecciones. Es verdad que el PSOE es muy dado a las revoluciones cuando no gobiernan, véase de nuevo la referencia a la revolución de Asturias contra el legítimo gobierno de la República alentado por el PSOE y la UGT, pero es una desvergüenza que aplaudieran a las “Rosarios, dinamiteras” que glosó Miguel Hernández, aquélla que “sobre su mano bonita celaba la dinamita sus atributos de fiera”. Han sentado un peligroso precedente.

 

 

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.